Por Redacción CP Capital Privado — 9 Mayo 2025
En los últimos cinco años, el sector financiero español ha vivido una transformación silenciosa pero contundente: el auge del capital privado como alternativa real al crédito bancario tradicional. Con la banca endureciendo los criterios de riesgo desde 2020, miles de familias y autónomos han encontrado en las financieras privadas un salvavidas para situaciones urgentes o perfiles no bancarizables.
Según un informe de Funcas publicado en noviembre de 2024, 3-4 de cada 10 españoles que solicitaron financiación en el último año acudieron a entidades no bancarias, incluyendo plataformas de capital privado, empresas de financiación participativa o prestamistas profesionales regulados.
“El endurecimiento de los scoring bancarios tras la pandemia ha dejado fuera a muchos solicitantes solventes pero irregulares. Es ahí donde el capital privado ha ganado terreno, con estructuras más flexibles y procesos mucho más ágiles”, explica Rafael Gutiérrez, economista de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI).
Un préstamo con capital privado es una operación financiera donde el prestamista no es una entidad bancaria, sino un particular o una empresa financiera alternativa, debidamente registrada. Estas operaciones suelen estar respaldadas con garantías reales, como una vivienda, un local o un terreno, lo que reduce el riesgo para el prestamista y permite ofrecer financiación incluso a perfiles con ASNEF, autónomos con ingresos irregulares o pensionistas con cargas.
Sí, siempre que el prestamista esté debidamente inscrito en el Registro de Prestamistas del Banco de España (según Ley 2/2009) o actúe bajo la intermediación de una empresa autorizada. A diferencia de los préstamos personales bancarios, donde rige la Ley 16/2011 de Contratos de Crédito al Consumo, en los préstamos con capital privado es más habitual recurrir al contrato notarial con garantía hipotecaria.
Uno de los atractivos clave es la rapidez de concesión: muchas operaciones se aprueban en 24 a 72 horas, frente a las semanas que pueden tardar los bancos. Además, el nivel de documentación requerido es mucho menor.
“En nuestro caso, el 80% de los clientes que atendemos han sido rechazados previamente por su banco. Les damos una alternativa real, no un juicio moral sobre su historial”, comenta Laura Martínez, directora de operaciones de una red de Financieras privadas con sede en Madrid.
Los tipos de interés oscilan entre el 5% y el 12% TAE, dependiendo del perfil del solicitante, la garantía y el plazo del préstamo. Aunque son más altos que los préstamos personales bancarios estándar, también lo es el nivel de riesgo asumido por el prestamista. Además, el acceso inmediato a liquidez en situaciones de urgencia (embargos, deudas, subastas) marca una diferencia crítica.
Autónomos sin nómina estable
Pensionistas con deudas
Propietarios con cargas hipotecarias
Empresas que necesitan liquidez inmediata
Personas en ASNEF o con impagos recientes
Con la llegada de nuevas plataformas de gestión financiera y el auge del crowdlending, se prevé una integración cada vez más digital y profesional de este tipo de productos. El Banco de España ya ha advertido que regulará con más precisión las plataformas de intermediación para reforzar la transparencia y protección del usuario.
Lejos de ser una solución marginal, el capital privado se consolida como una vía paralela al crédito bancario, capaz de ofrecer alternativas rápidas, legales y cada vez más profesionales. Para quienes necesitan financiación sin los filtros tradicionales, puede ser una tabla de salvación. Eso sí: revisar el contrato, asegurarse de la legalidad y entender bien las condiciones es clave para evitar futuros problemas.
Contáctanos y uno de nuestros asesores te dará una respuesta personalizada. En CP Capital Privado no hacemos juicios sobre su historial financiero, comprendemos que cada situación es especial y debe ser tratada con empatía y el mejor de los servicios posibles, para buscar la mejor solución.
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